
20 Feb El diccionario de las alergias
Si convives con una alergia, tu médico te habrá explicado que esta no es otra cosa que una reacción de hipersensibilidad de tu organismo al entrar en contacto con una determinada sustancia. Sin embargo, puede que no conozcas demasiado más ¿Sabes cómo funcionan los tratamiento que te han prescrito? ¿O en qué consisten exactamente las reacciones que observas en tu cuerpo? Para aclarar algunas de las dudas que seguro que rondan tu cabeza, hemos preparado un glosario con 20 términos relacionados con las alergias:
Ácaro: Los ácaros del polvo son pequeños artrópodos microscópicos que habitan en el polvo interior de las casas, principalmente en lugares aislados de la luz como colchones, almohadas o alfombras. Las personas con “alergia al polvo” presentan una reacción de hipersensibilidad a las proteínas presentes en la excreción de los ácaros presentes en el polvo.
Aeroalérgeno: Con este nombre se denomina a los alérgenos que están presentes en el aire. Los más comunes son los ácaros de polvo, el polen, las esporas de hongos y la caspa de los animales. Estas partículas son capaces de producir alergia respiratoria, cutánea o conjuntival.
Alérgeno: Con el término alérgeno denominados a cualquier sustancia capaz de inducir una respuesta de hipersensibilidad en el organismo de personas que han estado en contacto con él. Lo que sucede es que el sistema inmunológico reconoce al alérgeno como una sustancia extraña y reacciona de forma excesiva liberando histamina.
Alergia: Hipersensibilidad a una partícula o sustancia determinada que, al entrar en contacto con el organismo, provoca una reacción inmunológica exagerada. Alrededor de un 20% de la población sufre algún tipo de alergia y se estima que este porcentaje aumentará en los próximos años.
Alergólogo: Este es el médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de las alergias, asma y enfermedades relacionadas con el sistema de defensa como la rinitis alérgica, la urticaria o los eccemas.
Anafilaxia: Se trata de una reacción alérgica grave que compromete a todo el cuerpo y que es considerada de riesgo vital. Aunque la anafilaxia puede darse como respuesta a cualquier alérgeno, los más relacionados con este trastorno son ciertos fármacos, algunos alimentos y las picaduras de insectos.
Antihistamínicos: Diseñados para impedir la liberación de histamina, la sustancia responsable de los fenómenos alérgicos, los antihistamínicos son medicamentos que tratan diferentes síntomas de la alergia como congestión, estornudos, picores y secreciones de ojos y nariz.
Asma: Se trata de un trastorno que se caracteriza por la hinchazón de las vías respiratorias. Esta inflamación hace a su vez que las vías se estrechen provocando dificultad para respirar, sibilancias, opresión en pecho y tos. Entre los desencadenantes comunes de un ataque de asma se encuentran las alergias.
Atopia: Es la predisposición hereditaria a sufrir algún tipo de reacción alérgica.
Broncodilatadores: Se trata de unos fármacos que, administrados mediante un aerosol, son capaces de dilatar las vías respiratorias. Su efecto contra la sensación de falta de aire es inmediato al actuar en la regulación del sistema nervioso autónomo.
Cromoglicatos: Fármacos cuyo mecanismo de acción consigue evitar que la histamina se libere en el cuerpo. Se trata de un medicamento que solo funciona a la hora de prevenir los síntomas y que poco puede hacer cuando ya se están experimentando estos. Pueden administrarse por vía inhaladora, bronquial o nasal.
Corticoides: Son unos fármacos antiinflamatorios e inmunosupresores que se utilizan para reducir las manifestaciones más severas de las alergias. Su uso está asociado a una gran cantidad de efectos secundarios, por lo que no deben tomarse de forma prolongada. Los corticoides están disponibles en varios formatos (cremas, lociones, sprays nasales y colirios).
Conjuntivitis: Con este nombre se conoce a la inflamación de la conjuntiva (la membrana mucosa transparente que envuelve el globo ocular). Puede ser provocada por un virus, una bacteria o una alergia (generalmente por una reacción al polvo, al moho, a la caspa animal o al polen).
Dermatitis: En el ámbito de las alergias, la dermatitis es una inflamación de la piel causada por el contacto directo con una sustancia irritante. Los síntomas más comunes son picazón, enrojecimiento, inflamación, sensación de calor y erupciones.
Disnea: Se trata de una dificultad respiratoria que provoca en quien la padece una sensación muy molesta de falta de aire.
Gramíneas: Son plantas silvestres o cultivadas cuyo polen es uno de los más alergénicos. Polinizan en los meses de mayo y junio, meses durante los cuales las personas con reacciones alérgicas a su polen ven empeorar su alergia.
Histamina: Se trata de un mediador químico más conocido en las reacciones alérgicas. Es el causante de síntomas como el picor, la congestión nasal, los estornudos y la secreción abundante de moco.
Inmunoterapia: La inmunoterapia específica con extractos de alérgenos (vacunas contra la alergia) consiste en la administración de un extracto del alérgeno responsable de la reacción alérgica que lo que persigue esta vacuna es inducir la tolerancia necesaria para controlar la respuesta alérgica.
Rinitis: En muy pocas palabras la rinitis puede describirse como la inflamación de la mucosa nasal. Entre sus síntomas más comunes se encuentran los estornudos repetidos, la congestión nasal y la abundante secreción de moco. Cuando se experimenta rinitis como resultado de una alergia, también suele existir conjuntivitis. La existencia de ambos trastornos se conoce como rinoconjuntivitis.
Fuente: Personas que
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